Como es del conocimiento
general, leer es, aparte de captar, diferentes escritos de mentes brillantes,
medianas y siendo muy duros hasta infantiles y
modestas, cultivarse. Por el solo hecho de abrir un libro, si el autor o
autora te envuelve en su obra, ya te enganchas hasta terminarlo.
Hay libros
para todo tipo de lectores, pero hay algunos que te dejan huella, inclusive,
para siempre. Iremos citando periódicamente nombres de libros atrayentes, que
vale la pena leerlos, de mi muy humilde criterio. De las tantas obras de Taylor
Caldwell, yo me atrevería a mencionar La Columna de Hierro, la cual es un
relato novela, de la vida de uno de los Padres de la Abogacía, Marco Tulio
Cicerón, un libro de muchas páginas, pero para leerlo más de una vez.
Después
de esa obra de Caldwell, hay otras dos de su misma autoría que no deben faltar
en una pequeña o gran biblioteca, El Gran León de Dios, que relata la vida de
Saulo De Tarso (San Pablo) y la obra Medico de Cuerpos y Almas la cual se
enfoca en la vida de San Lucas.
Claro, que hay obras
monumentales comenzando con la Biblia, El Quijote o El Digesto, o, de moda
actual, como las novelas de García Márquez, que tienen un valor incuestionable,
pero se aceptan opiniones, al respecto, a la página de la MILPA, con gusto,
atenderemos sus propuestas para comentar sobre algún libro o novela.
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