05/06/2017

MILPA: CUENTOS RANCHEROS

LOS JUARITOS

En una colonia agrícola en el desierto de Coyame, de esos centros de población, que estaban con esas tiendas tradicionales donde podía encontrar uno desde una aguja hasta un caballo, monturas, angarillas, bósales y toda clase de implementos agrícolas.
En Esta Colonia alegre y bulliciosa es donde se desarrolla esta historia de “Los Juaritos”; en este pueblo arenoso y polvoriento, desértico, pero la tenacidad de la gente de trabajo lo hizo prosperar por algunas décadas, fue el centro de reunión de algunas rancherías de sus alrededores como La Ruidosa, El Búfalo, El Pequeño, Tiburcios, El Mangle Y Las Viguitas de Don Esteban Levario.
En estos ranchos vivían bastantes familias de trabajo que hicieron florecer el desierto como la rosa, entre ellas se encontraban: Chuy Villarreal y Familia, Los Márquez, Vicky la de la tienda que después se fue a vivir a la Paz, Los Arras, Juan Colorado, Don Esteban Levario, Don Lino Castaño del Peñeño y muchas mas que no recuerdo pero tengo en mi mente como eran sus caras y por supuesto ala Familia de los Juárez.
Sobre esta familia gira la historia de este cuento, basada en hechos verídicos y reales y a la vez, para que nos haga reflexionar sobre lo importante que es la salud y la vida misma y cuidar al medio ambiente para no destruirlo.
Esto sucedió por los años de 1960 a 1963, la familia Juárez, estaba compuesta por el Papa y sus dos hijos como de 20 y 22 años, eran una familia normal que labraba su labor y arreaban burros, cuando de pronto y sin ninguna explicación comenzaron a adelgazarse sus cuerpos y comenzaron a hacerse chiquitos y flaquitos como que cada día  se les iba se la gente los miraba y decía que pasa con los Juárez y así transcurría el tiempo en las vigas y los Juarez no comían porque no tenían hambre decían y mas flaquitos y chiquitos y la ropa le quedaba grande, cada vez más grande les arrastraban los pantalones y las mangas de las camisas les quedaban largas.
La gente al verlos les empezó a regalar ropa de niños pero a medida que pasaba el tiempo esta ropa les quedaba grande y no podían llenar con sus cuerpecitos chiquitos y flaquitos,  al grado que después tuvieron que regalarles ropa de recién nacidos,  y esta también les quedaba ya que cada día que pasaba se hacían más flaquitos y chiquitos.

Un día la gente noto que ya no salían, los visitaron y los vieron mas chiquitos y delgaditos al grado que sus piernas y brazos parecían unos fideos, se arrastraban por la casa como bebes y desde afuera se veían nomas sus ojitos moverse de un lado para otro y sus cuerpecitos no se veían de lo flaquitos y delgaditos que estaban porque eran como fideos delgados de los que venden en la tienda, la gente ya no les dejaba platos de comida porque se echaban a perder, únicamente les aventaban desde el pórtico de la puerta semillas de chile, ya que no entraban a la casa porque tenían miedo de contagiarse de la enfermedad de los Juaritos.
Así empezaron a llamar desde ese momento “Los Juaritos” y si alguna persona no comía y empezaba a enflacar le decían te vas a poner como los Juaritos, entonces ya los niños comían y se alimentaban porque no querían estar como los Juaritos.
Empezó a correrse el rumor por todos los ranchos y comunidades ¡ya vieron lo que le paso a los Juárez! entonces todo el mundo que venía a las vigas, forzosamente pasaba por enfrente de la casa de los Juaritos, se hizo como un morbo o algo turístico que venían de todos lados y a veces se hacía filas de trocas para ver a los Juaritos o mejor dicho a sus ojitos que habían quedado como luciérnagas en la noche y para darse cuenta de si no habían muerto se fijaban si había lucecitas flotando en el aire adentro de la casa, entonces si así era decían ¡están vivos los tres! y esto a base de pura semilla de chile, porque si les dejaban de alguna otra semilla no se la comían como la semilla de chorupe ya que estas son mas grandes casi del tamaño de las de calabaza y sus cuerpecitos no las pasaban por ser tan delgaditos y chiquitos como unos fideos.
Al paso de los años la gente de Las Vigas empezó a  emigrar a otros ranchos por la escases de agua y por miedo a contagiarse de los Juaritos, se fueron para La Paz, San Pedro, La Ruidosa, Coyame, Cuchillo Parado, Chorreras y Falomir. Se quedaron desiertas Las Vigas, todas las casas abandonadas, la gente que tenía que pasar por las Vigas únicamente se paraba en sus trocas sin bajarse a aventarles semillas de chile y a ver si todavía estaban las lucecitas.
Los lugareños y visitantes siguen pasando por Las Vigas, puras ruinas, vestigios de casas de adobe todo abandonado y pasan y comentan que allí Vivian los Juaritos.




Autor: José Villarreal C.


MILPA: FRASE

Ningun Exito En La Vida, Compensa El Fracaso En El Hogar.

Autor: David Omakey

No hay comentarios:

Publicar un comentario